jueves, 15 de septiembre de 2016

¿Cómo afectan los memes y las gastadas en la redes a los jugadores de la Selección?

Los deportistas argentinos de elite padecen una suerte de bullying virtual para el que no están preparados; el análisis del caso Higuaín. Por Pablo Hacker y Alejo Vetere// María Julieta Rumi


Cuarta vez en el día que me llega esta foto y no me cansó. Es acaso el mejor meme de Higuain? Sí. pic.twitter.com/YIKP8ttu8G

Un futbolista descansa en la concentración y no se despega de su celular. Un automovilista está dolido por lo que se dice de él en las redes sociales. Un tenista argentino de elite le pide a un sitio web que sus notas sean cerradas a comentarios.

Parece algo invisible, pero no lo es. A los deportistas de elite cada vez los afectan más las opiniones y reacciones que se generan en las redes sociales ante cada acontecimiento. Unas redes que terminan atrapando a los protagonistas y quitándoles tiempo de descanso, de entrenamiento invisible, como lo describen los especialistas consultados por la nacion. Es un fenómeno social y universal, sí, pero en los atletas de máximo nivel se convierte en un arma de doble filo.

Tras la final de la Copa América que perdió la selección argentina ante Chile, en Estados Unidos, Gonzalo Higuaín quedó casi exclusivamente como único blanco para los dardos dañinos del anonimato, luego de fallar una clara situación de gol, como ya le había pasado un año antes, ante el mismo rival, y también en la definición del Mundial 2014 frente a Alemania dos años atrás.



Memes, cargadas, la mayoría de las bromas apuntaron al Pipita, quien no volvió a pisar la Argentina desde entonces. Esa suerte de bullying global se vuelve incontrolable y no atiende causas justas o injustas. Una vez que un tema se vuelve “tendencia” empieza a recorrer los caminos del Whatsapp, Twitter y Facebook. Las cuestiones que más impactan están relacionadas con las emociones, las buenas y malas. Y no sólo le pasó a Higuaín.



¿Dónde están los límites? ¿Quién debe ponerlos? ¿Cómo se trabaja esta situación emocional que amenaza desde los dispositivos móviles?

“Se habla bastante del tema y nos estamos ocupando, es difícil de manejar”, dice Pablo Pécora, psicólogo de deportistas, quien en su momento atendió a Gastón Gaudio y David Nalbandian, entre otros. “Las redes generan dispersión y le quitan tiempo de descanso, foco mental y tranquilidad al deportista. Se pierde el entrenamiento invisible, es decir lo que hace un profesional cuando no está practicando. Antes, a Gaudio y a Nalbandian los hacía jugar dos horas al ajedrez para que desarrollaran la mente; ahora hacer eso es inviable”, explica Pécora, que recientemente hizo un trabajo con un equipo de primera para intentar ponerle límites al uso que los futbolistas les daban a las redes.

“No es el motivo por el que los jugadores se acercan a mi consultorio, pero a medida que vas trabajando con ellos, el tema de las redes sociales aparece”, cuenta Marcelo Roffé, psicólogo que se desempeñó en la selección argentina y colombiana junto a José Pekerman y autor del libro El Partido Mental.

“La redes les dan libertad de expresión a gente anónima, que muchas veces termina canalizando allí su frustración”, señala Pécora, y sigue: “Pocos deportistas entienden el juego de Internet sin que los afecte. Sus cabezas no están preparadas para eso y es un juego peligroso que los puede afectar emocionalmente”.


“El jugador es ansioso y las redes potencian esa ansiedad de ver qué dicen de mí, qué me contestan”, expone Roffé, y enumera soluciones: “Mi trabajo apunta a que estén menos tiempo con el celular para que la ansiedad no se potencie. Sé que hoy los protagonistas tienen presencia en las redes porque está en juego su imagen, su opinión. Pero el jugador no es un experto en el uso de la tecnología. Por eso, los que no logran manejar este juego es preferible que contraten a alguien para que se encargue de sus cuentas sin que ellos se involucren”.

En los últimos dos meses hubo fotomontajes y todo tipo de chistes con respecto a Higuaín, que circularon por miles de grupos de Whatsapp. El delantero de Juventus, de primer nivel y por cuyo pase el club turinés pagó 90 millones de euros hace pocos días, fue objeto de todo tipo de burlas por haber fallado tres situaciones de gol en tres finales consecutivas. “La gente cree que cada vez que el delantero queda mano a mano con el arquero tiene que terminar en gol. Para mí, definió excelente, se fue por 10 centímetros. No hay ningún delantero que no se pierda goles”, explicó su padre Jorge, en declaraciones a “El Exprimidor”, en Radio Latina, tras la última derrota contra Chile. “La gente tiene derecho a hacer lo que quiera, pero opina sentada en la casa y sin conocer la profesión del futbolista a fondo. Deberían opinar desde otro punto de vista. No suma si son irrespetuosos”, lo defendió Pipa padre.




En ese sentido, Roffé amplía: “Es parte de la mala educación y la falta de respeto de un país exitista que suele buscar un culpable por una frustración. Higuaín terminó siendo el blanco porque Messi, al mismo tiempo, anunciaba su renuncia de la selección. Es entendible y lógico que Higuaín se tome un tiempo”.

Gonzalo nunca habló directamente de este fenómeno viral que lo tuvo como protagonista. Sin embargo, la semana pasada se despachó en Italia con una frase que esconde cierta bronca contenida: “Que me sigan diciendo gordo, así hago más goles”. Se refería a las críticas que recibió de los hinchas de Napoli, su ex club, tras la concreción de su millonario pase a la Vecchia Signora.


Pipita no formó parte de la primera convocatoria en la selección de Edgardo Bauza para las eliminatorias, aunque el Patón dejó en claro que está entre sus elegidos. “No lo llamé porque no está en su mejor momento”, explicó el lunes el DT.

Pécora analiza: “Pensemos que Higuaín todavía no volvió al país después de la Copa América y no sabemos por qué, pero seguimos metiendo el dedo en la llaga con él. La gente no tolera perder una final por muy poquito, o que alguien no haga un gol por 10 centímetros. Se habla de fracaso, pero hubo muchos errores. Martino dijo horas antes de esa final con Chile que había que ganar como sea y cambió su discurso. También son importantes los mensajes que vienen desde arriba”.

Los memes y humoradas en las redes no son de ahora. Rodrigo Palacio fue otro que debió soportar las cargadas maliciosas tras haber errado, en la final del Mundial 2014, una clara situación de gol ante Alemania. Al instante, cientos de fotos, comentarios, dibujos y fotomontajes hacían mención a esa jugada: algunos, con un sano humor y otros directamente con malicia. “Son cosas que pasan. Fue un error, el deporte tiene estas cosas”, explicó luego el delantero bahiense.




“Los jugadores de la selección también se faltan el respeto por el mal uso de las redes sociales y se exponen a que los increpen. Al vestuario no se entra con una cámara y menos se publican fotos de su interior como hacían varios de los integrantes del equipo durante la Copa América”, dice Pécora, y toca un tema particular, que involucra a muchos deportistas, principalmente a los futbolistas.



Una foto publicada por Ezequiel Lavezzi (@pocho22lavezzi) el

Con Menotti, Bilardo o Basile, conductores del seleccionado durante más de dos décadas entre los tres, con dos ciclos cada uno, nadie se hubiese imaginado ver imágenes del interior del vestuario de la selección, ese sitio de culto para muchos. “El vestuario es parte de los valores del deporte y en el fútbol siempre fue un sitio sagrado. Pero subís una foto de ese espacio íntimo y al otro día te matan si perdés”, cierra Pécora y describe una época, de redes sociales, memes y cargadas, nuevos protagonistas del deporte.

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